Voy a la medida de lo inabarcable
con recelo
a la medida de lo realizable
con cautela
y a la medida de lo concretable
con desenfreno.
Y así soy yo
un voluptuoso cuerpo de mujer
quebrado
y atrapado
en el deseo.
Meditar se convirtió
en columpio
y alcanza vuelo,
besa el sol,
se bebe el viento
y se enreda
en las ramas
del árbol más lejano.
Paradójicamente
esta libertad es ilustrada,
visual,
mágica,
y se completa
con los paréntesis vacíos
y las comillas que remiten
a la nada,
nada de nada.
Cintia Ceballos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario