viernes, 20 de febrero de 2009

moviendome en el tiempo otra vez...

El árbol de la vida. 25-06-05.

En el árbol de la vida
soy el fruto que se encuentra
al alcance de tus manos,
sacia tu hambre, tu sed,
más es un breve reparo.
En el mundo de los sueños
soy de aquellos placenteros
al momento de soñarlos
sin embargo al despertar,
mucho de él se ha olvidado.
Soy de todas las palabras
aquellas dobles, ambiguas
que se aplican sin remedio
a mucho cuando averiguas.
Entre todas las personas
que se cruzan por tu vida
soy de aquellas que dejarás
que te atraviesen y sigan.
En el árbol de la vida
soy el fruto que se encuentra
al alcance de tus manos,
me desearás, me obtendrás,
pero sin lugar a dudas
cuando de mí solo quede
la pulpa y el corazón,
seguirás viajero amigo,
sin decir siquiera adiós.

Cintia Ceballos




SIN TITULO. 21-04-07.

De uno y otro lado
meciéndote en silencio
y sin certeza,
sin saber que elegir
mas mueves tu cabeza,
asintiendo o negando,
incumpliendo promesas
que de un y otro lado
hiciste cuando el agua
te llegaba hasta el cuello,
y ahora está cediendo
y te das cuenta amigo
que bien sabes mentir
que poco es lo que pierdes
cuando tanto has perdido
y que no hay vuelta atrás
porque tan solo vos
formaste tu destino.
No me mires a mí,
no me culpes te pido,
porque ambos sabemos,
que solo pierde aquel
que sabe lo que es
haber tenido.

Cintia Ceballos

jueves, 19 de febrero de 2009

y algo fresquito a pesar del calor!!!!

LA CAÍDA. 19-2-09.

El escenario como precipicio
y filo serpenteante del abismo,
me seduce y me envuelve
y carente de alertas
me deslizo.
De mi boca el lamento,
de mi alma la pena,
real y natural fluye
sin miramientos.
Mi cuerpo como vaso
se desborda,
ya no existe lugar
ni tengo fuerzas,
entiendo que hay un punto
en el que estamos
presos e inevitablemente solos.
La sangre que se filtra por mis poros,
no acaba de salir y mancha todo,
mis piernas, mi entrepierna, mi vagina,
estoy metida y sucia en mi lodo,
Me levanto y aun me siento entera,
mentira, es que el orgullo
encuentra el modo
de pesar mas que el dolor
y la vergüenza,
y sigo, subo y sigo
y casi imploro.
Ahora soy conciente,
la caída,
como artificio,
como indicio,
se llevó mis antiguas
pretensiones.


Cintia Ceballos

miércoles, 11 de febrero de 2009

momentos de ayer...

HASTA EL FIN. 22-10-94.

Fui creciendo como crecen los caminos
y muriendo como mueres al crecer,
y las huellas que parí no son tan mías,
cuando pienso que dejé pasar el tren.
Más la vida es imprevista y descortés,
jamás pide permiso para actuar,
y la escena que mejor puedes saber,
se contempla en los aplausos del final.
Fui viviendo como viven las abejas,
ocultando el aguijón para no ser,
responsable únicamente de mi muerte
sin poder llegar a verme envejecer.
Pero a veces aunque quieras no es fácil,
soportar la humillación de complacer
y te niegas a aceptar que la rutina,
debilite lo que aún quieres creer.
Fui perdiendo poco a poco mi costumbre,
poco a poco y sin saber muy bien por qué,
mi costumbre de volar sin tener alas
o soñar sabiendo que debo volver.
Unas manos parecidas a las mías,
desprovistas de una antigua juventud,
acarician suavemente las mejillas
de una vida que hace poco vio la luz.
Fui guardando uno a uno los recuerdos
en un cofre que tal vez no deba abrir,
fui sintiendo que el cansancio me abrazaba
y el silencio se aferraba a mi existir.

Cintia Ceballos



FRAGANCIA DEL OLVIDO. 15-09-94.

Eran las doce de la noche,
el fin de un día y el comienzo de otro,
y estaba triste, su risa era fingida,
y estaba herida, su sueño estaba roto.
En el cielo rojizo rociado de tormenta,
la luna inmóvil era una espectadora,
que de a ratos oculta entre las nubes negras,
miraba con cautela el paso de las horas.
Mientras tanto la niña en su mundo infinito,
buscaba entre sus manos el tiempo adormecido,
que la llevara en andas a algún sitio lejano
para volver a ver a su sueño perdido.
Pensaba mantener sus ojos bien cerrados,
entregarse sin miedo al arrullo de un río
y caminar descalza la arena humedecida
hasta encontrar así, el fin de algún camino.
La brisa era tenue, fragancia del olvido,
su paso era lento, profundo su destino,
y al sentir el silencio como única salida,
el frío de lo incierto le parecía un castigo.
Sumergida en el agua su cuerpo no sentía,
y la sonrisa inmóvil, carente de razón,
dibujada en su rostro pedía explicación,
explicación que el río, con ella, se llevó.


Cintia Ceballos


A LOS DOS. 12-12-95.

Tu risa fue mi voz
y tantas veces,
enmudecí de ausencia
y de dolor.
Tu tiempo fue mi vida
y mi delirio,
quebrando las agujas
crecí yo.
Tus ojos fueron tanto
y tan poco,
mirando simplemente
y sin razón.
Tu rostro fue mi espejo
más inerte,
reflejando figuras
que no soy.
Y el sueño
como un mar enrarecido,
y el cielo
que nos cubre a los dos.

Cintia Ceballos


SIMPLEMENTE: LIBRE. 4-3-96.

Quisiera ser la brisa
que sorprende tus vuelos,
y dejarlos ser libres
como lo es el mar.
Quisiera cautelosa, sentir
lo que ahora sientes,
y desatar las ansias
que tienes de volar.
Quisiera ser un duende
mágico y laborioso,
para hacer de tus sueños
pronto una realidad.
Quisiera que la niebla
del tiempo no te duela,
y que tus puras manos
se colmen de verdad.
Y tener la certeza
de que nadie te hiera,
y que jamás la vida
te vuelva a lastimar.
Quisiera simplemente,
vestirte de alegría,
y verte sonriendo,
rumbo a la libertad.

Cintia Ceballos


COMO SI FUESE UN PAPEL. 8-11-00

Como si la piel fuese un papel
la vida escribe en ella,
y dibuja los sueños que se mecen,
y los tacha cuando malogrados crecen.
Narra en ella los cuentos más veraces
y describe amores que subyacen,
uno a otro hasta que al fin se queda
el que pudo combatir tanta quimera.
Como si la piel fuese un papel,
borrar no suele ser tarea fácil,
y con el paso del tiempo, sin excentos,
se vuelve vulnerablemente frágil.
Tu piel también es parte de mi piel,
ayer era mas tersa y libre de impurezas,
mañana con tus manos leerás,
cada instante de mí, escrito en ella.

Cintia Ceballos

martes, 10 de febrero de 2009

y antes también....

DEBE SER EL VIENTO. 12-10-00

Debe ser el viento,
el que golpea con fiereza
mis latidos,
haciendo que mi cuerpo
se deslice
en el fluir incierto
de algún río.
Debe ser el viento,
el que me impulsa a ser
más imprudente,
logrando que me olvide
un segundo
que mi piel de tan muerta
ya ni siente.
Debe ser el viento,
el que toca mi puerta
una vez más,
pidiendo me despierte
a la vida,
como otras tantas veces,
a empezar.

Cintia Ceballos



En el camino. 20-11-00

Voy matando lentamente,
de mi piel, cada soplido,
que me hizo estremecer,
por estar o haberse ido.
Voy borrando bruscamente,
los recuerdos con olvido
y dejando solo aquellos,
que la vida ha enaltecido.
Voy sedando impunemente,
el dolor de haber perdido,
lo que creí era eterno
y ha quedado en el camino.
Voy sacando de mi cuerpo
cada puñal recibido,
y lamentando que solo
a desconfiar he aprendido.

Cintia Ceballos


CORAZA. 25-08-00.

Coraza fuerte y noble como el roble,
escudo que perduras mis latidos,
mi disfraz preferido y elocuente,
el que mejor simula mis sentidos.
El cofre donde guardo mis tristezas,
escondite que anida lo que siento,
mi verdadero yo, el que se oculta,
el que se vuelve oscuro con el tiempo.
Coraza fuerte y noble como el roble,
conocedora de todos mis secretos,
envuelves con tu esencia mi dolor
y al mundo solo muestras mis aciertos.
El bosque donde corro libremente,
donde mi piel deambula sin abrigo,
más pero en esta vida luzco un traje,
que evidentemente tu has creído.

cintia ceballos



PERDIDA. 23-08-00

Perdida entre mis dudas
y en mis vagos aciertos,
quebrando la distancia
que abisma mis momentos.
Perdida en la maraña
de este mundo suicida,
llenando con mi cuerpo
la mínima medida.
Perdida en intervalos,
en el instante eterno,
segura de mi misma,
dudando u omitiendo.
Perdida en la tragedia
recurrente y mezquina,
la inmediatez del miedo,
lo incierto de esta vida.
Perdida en lo infinito
lo altivo y lo sublime,
en el destino erróneo
que tanto nos define.
Perdida y encontrada,
amada y rechazada,
tan cuerda y tan demente
como mida la vara.

Cintia Ceballos



CON EL TIEMPO. 3-10-00

Con el tiempo
se desgasta la piel
se vuelve frágil,
tan frágil como todo
lo que hay dentro,
se opaca el mirar
y la mirada,
lo incierto se devela
con el tiempo.
Con el tiempo
volvemos a ser niños,
al menos de algún modo,
aunque ya no hay asombro
ni extrañeza,
aunque pesa en el alma
la tristeza.
Con el tiempo
aprendemos muchas cosas
y dejamos a un lado
ciertos sueños.
Con el tiempo
la vida se hace corta,
sin embargo el vivir
es algo eterno.
Tanta gente se va,
se queda o vuelve,
tantos seres que están,
tantos se pierden.
Con el tiempo
desechas lo que sobra
y también te desechan
cuando estorbas,
el círculo se cierra
y siempre giras,
quizás levantes algo
que tiraste,
o arrojes lo que ayer
tanto querías.
Con el tiempo
el andar pierde la prisa,
y el recuerdo
se vuelve más altivo.
Solo queda
lo que realmente vale,
solo quedan aquellos
que has querido,
presentes con el cuerpo
y con el alma.
Tan simplemente queda
con el tiempo,
lo que a pesar del tiempo
ha persistido.


CINTIA CEBALLOS