miércoles, 30 de diciembre de 2009

una cama sin recuerdos. 8-1-10

Amanece mi cuerpo
en una cama sin recuerdos
con la errante sensación
de estar despierta
sin estarlo.
Una parte de mí
logra despegarse
de la cama,
pero luego
al verme aún durmiendo
en ella,
un escalofrío me recorre
la piel,
aunque ya no sea mía.
Es un impulso reflejo
inevitable.
El espejo que nos mira
es mi único testigo
y también parece ignorarme,
la imagen que proyecta
es la de mi cuerpo
sin recuerdos
sobre una cama
sin recuerdos.
Y yo despierta
sin estarlo
finalmente me despierto
al borde de una cama
demasiado grande
para mí.


Cintia Ceballos

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