sábado, 29 de agosto de 2009

COPAPOCA. 31-8-09

Con la poca, poca voz,
que me queda
con lo poco de vos
que me queda,
te escribo
y escribo
aunque no necesite
la voz
y necesite de vos,
voy a seguir
recurriendo
a este silencio,
hasta vaciar en mi
lo que quede
como remanente.
Tan tácito el sujeto,
tan aplicable
a tantos sujetos,
que sujetos
a mi antagonismo
se desvanecen
en un áspero suspiro,
y lo olvido.


Me someto imprudente
al despliegue
de mis alas
difusas y apocadas
desprovistas
de color
y coloridas en mi mente
alborotada
de anhelos.
Y vuelvo a parecerme
a rapunzel
desmarañando
su cabello
con el viento,
mirando desde la ventana
que le fue construida,
tu cuerpo de hombre
sin nombre,
tan blanco,
llenándose
de nombres.


Errante
duermo
para despertar
en los brazos
de quien contenga
a este cuerpo de mujer
intentando abrazar
una alma
escurridiza
que lo desborda
y desmiente
en cada intento.

cintia ceballos

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